En este post te diremos cómo se puede ajustar la suspensión de la bici…
Aunque no lo parezca la suspensión es de las partes más caras de la bici y la que más tecnología lleva. Las suspensiones modernas han supuesto una renovación en el mundo de la bicicleta de montaña. Las distintas opciones de recorrido y modulación han permitido ampliar la variedad de terrenos por los que se puede montar en bici. Este avance ha desarrollado nuevas disciplinas como el freeride, el enduro o el descenso donde los ciclistas usan suspensiones de hasta 20 centímetros de recorrido.
Para sacar el máximo rendimiento a la suspensión es necesario ajustarla al tipo de terreno, al peso y preferencias del usuario. La mayoría de suspensiones cuentan con un ajuste de precarga que regula la dureza de la suspensión y otro de rebote que determina el modo con el que esta se recupera.
Precarga
La precarga permite modular la dureza de la suspensión mediante la presión en la cámara de aire o la tensión del muelle. Es lo primero que se debe ajustar ya que afecta al comportamiento de las demás modulaciones. Para un buen ajuste de la precarga hay que determinar primero el uso que se le va a dar a la bicicleta.
-Para un uso normal en carretera, pistas o senderos se aconseja una configuración equilibrada, ni muy dura ni muy blanda, que absorba las irregularidades del terreno pero que no afecte a la transmisión de potencia en la pedalada.
-Para caminos más rotos con obstáculos de mayor tamaño es recomendable una tacto más blando para asegurar que las ruedas se mantienen en contacto con el suelo en todo momento, consiguiendo así más tracción y seguridad.
La técnica más recomendada para ajustar la precarga se basa en el porcentaje de sag. Este indicador determina cuánto recorrido es utilizado por el peso del ciclista en parado y suele estar entre el 10% y el 30%. En modalidades como el cross country o maratón se establece un sag en torno al 15% mientras que para disciplinas como el enduro o el descenso ronda el 30%. Para medir el sag correctamente se utiliza el anillo de goma presente en la mayoría de horquillas y amortiguadores (si tu bici no tiene puedes usar una brida).
Rebote
Este ajuste determina la velocidad de recuperación de la suspensión tras haberse comprimido. Un rebote rápido consigue un comportamiento más activo de la suspensión dando una sensación de ligereza a la bici, sin embargo, requiere una mejor técnica de conducción ya que el control se ve afectado. Por otro lado, un rebote lento asienta más la bici al suelo, permite trazar con más determinación y control, pero supone una sensación de bici más pesada, con menos margen de acción.
En la mayoría de suspensiones el rebote se ajusta mediante un dial rojo situado en la parte inferior de la horquilla. Al desenroscar (abrirlo) aumenta la velocidad de recuperación mientras que al apretarlo (cerrar) disminuye. En Rock Shox si giras hacia la tortuga vuelve más lento y hacia la liebre más rápido.
Además de estos ajustes básicos, numerosas suspensiones cuentan con la posibilidad de ajustar por separado el comportamiento de la precarga y el rebote en distintas partes del recorrido (altas y bajas, high/low speed). La configuración ideal de la precarga suele componerse de una primera parte blanda del recorrido que se endurezca hacia el final, así se consigue aumentar la tracción y evita que la suspensión haga tope. Para el rebote, lo ideal es un rebote rápido en bajas y lento en altas. De esta forma la suspensión se recupera rápidamente con los pequeños impactos mientras mantiene el control en los impactos más fuertes.
Además de llevar la suspensión bien ajustada a las necesidades del terreno según el uso que le das a la bici, es importante hacer un buen mantenimiento de la horquilla con cambio de retenes y aceite periódicamente para que la horquilla funcione correctamente y no se dañe.
Si tienes cualquier duda de cómo ajustar tu suspensión pásate a vernos por el taller y te la ajustaremos según el uso que le vayas a dar, tu peso, etc.